Las pequeñas lesiones y agujetas representan la
cara menos amable de la práctica deportiva. Se trata de dos males
menores que hay que prevenir.
Frente a posibles lesiones conviene calentar los músculos antes de
disponerse a realizar ejercicio con una sencilla receta. Contiene 50
miligramos de aceite de sésamo y una cucharada de esencia de romero.
Basta frotar el cuerpo con unas gotas del preparado, sobre todo en las
zonas que van a ser más castigadas.
Entre los alimentos anti-agujetas destacan los dátiles, ricos en
magnesio; los plátanos, que gracias a su alto contenido en potasio
también previenen los calambres; lo mismo ocurre con las pasas y los
higos secos, ambos muy tonificantes.
Remedios contra las agujetas
Las agujetas se producen por sobrepasar durante el ejercicio los
límites que los músculos soportan. Puede tener agujetas incluso una
persona bien entrenada. Sobrepasar los límites puede provocar daños
microscópicos en los músculos y éstos son los que producen dolor. Los
problemas mejoran cuando se lleva a cabo una actividad física moderada.
La sangre entonces circula por los músculos y los limpia.
Algunos remedios para reducir el dolor son:
aplicar calor húmedo mediante un paño con agua templada o tomar una
aspirina. La única medida para evitar su aparición es adaptar el
entrenamiento a la resistencia de los músculos e ir avanzando
progresivamente. Un antiguo remedio casero es tomar agua con azúcar
después del ejercicio físico para prevenir la aparición de estas
molestas compañeras.
Es bueno tener estas informaciones muy claras, ya tuve muy mala experiencia en el gimnasio, que bueno publiquen temas como estos
Publicado por: Juan Arturo | 04/04/2007 en 03:44 a.m.