Estar triste, aburrido, preocupado, enojado y
peor, tener estrés general, son también los grandes culpables, según
estudios, de llevarse gran parte de nuestra vitalidad a lo largo del
día. Si uno se toma todos estos problemas con sabiduría puede redundar
en beneficio para nuestro vigor diario.
Simples actos como mojarse la
cara, o tomar una ducha cuando uno se siente “quemado”, pueden
revitalizarnos. Según un estudio reciente publicado en Journal of
Personality and Social Psychology esta “terapia acuática” incrementa de
forma exitosa la energía.
Otros consejos que dan los psicólogos y psiquiatras son
que uno no se deje estar en su aspecto general. En la vestimenta, y en
el aseado diario. Si uno se ve al espejo de esa forma, se sentirá
cansado.
Tampoco ayuda si uno se encierra en sí mismo y no da a conocer sus
sentimientos, no hay que guardarse nada, porque eso repercute
negativamente en nuestro cuerpo. Incluso si uno mantiene un estado de
enojo por mucho tiempo hace que el corazón trabaje más y eso genera
cansancio. Hay que dejar pasar los enojos y aprender a perdonar, no
sólo nos hace mal mentalmente mantenernos en un estado de enojo, sino
que también nos afecta físicamente.
Realizar buenas acciones
también aumenta nuestra energía, según un estudio del Journal of Health
and Social Behavio. El trabajo voluntario aumenta nuestra felicidad,
nuestra satisfacción con la vida, nuestra auto estima, el sentido de
control sobre nuestra vida, la salud física y mejora el humor.
Descanso restaurador
Uno tiende a dejar de lado el descanso cuando está ocupado. Es
paradójico, porque uno se siente cansado, y se queja de tanto que hay
por hacer, y lo primero que deja de lado para hacerse de más tiempo es
el descanso, y así duermen menos.
Lo mejor es dejar de lado tanta televisión o tiempo en la PC luego
de la cena. Hay que dormir lo suficiente, y tener un descanso
reparador.
Los médicos también recomiendan no tener un reloj cerca cuando
dormimos. Que las agujas miren para otro lado, porque no es bueno estar
constantemente midiendo cuánto nos lleva dormirnos, o cuanto nos falta
para que suene la alarma y levantarnos para ir a trabajar. Esta
hipervigilancia mantiene al cerebro despierto y demasiado alerta, y
paradójicamente no nos deja dormir bien.
Tampoco es bueno que las mascotas duerman con nosotros. Ya que nos
despiertan, o nos quitan espacio en la cama. Según estudios de la
Clínica Mayo el 53% de los dueños de mascotas tienen problemas para
dormir bien por las noches.
No es bueno que haga mucho calor por la noche, así que a bajar la
calefacción en invierno y aprender algún ventilador o acondicionador de
aire en verano.
La regla de los 15 minutos es muy interesante para seguir. Esta
dice que si uno no se puede dormir o se despierta y no puede volver a
conciliar el sueño en quince minutos, entonces lo mejor es salir de la
cama y realizar alguna actividad relajante, nada de prender la tele o
ir a navegar por la web, eso no relaja, sólo nos impedirá dormirnos.
Así que con estos consejos simples, que no son difíciles de llevar
a la práctica, ya podrán alejar ese cansancio crónico que los aqueja
Muy bueno
Publicado por: Francho | 09/01/2007 en 08:34 p.m.
Gracias por compartir........me gusto...desde ahora el gato de mi casa paaaaaaaa fuera......ja ja ja si como no jajajaaj.
Publicado por: Rowena | 09/01/2007 en 08:34 p.m.