Más de 60 personas han muerto en una epidemia de fiebre en
la zona central de la República Democrática del Congo.
Muchas de las
víctimas son personas que tuvieron contacto con cadáveres, especialmente
personal médico que carecía de equipos adecuados para tratar a los enfermos.
El brote de fiebre, de un tipo aún desconocido, surgió en la provincia
central de Kasai, donde varios pueblos de esta zona boscosa se han visto
afectados.
La víctima más reciente es una enfermera de un hospital
local, que había tratado a varias personas contagiadas.
Un funcionario médico congoleño, el doctor Jean-Constantin Kanow, informó que el personal de salud no cuenta con implementos básicos como mascarillas, lo cual los coloca en una grave situación de riesgo.
Funerales
El Dr. Kanow indicó que las aves de corral y los cerdos comenzaron a morir hace tres meses en las localidades afectadas por la epidemia.
Sin embargo, ahora las personas también se han visto contagiadas.
En Congo, la gente lava tradicionalmente a los muertos con las manos, sin ningún tipo de protección.
En opinión del Dr. Kanow, estos rituales funerarios parecen estar propiciando la transmisión de esta enfermedad desconocida.
¿Fiebre hemorrágica?
En tal sentido, el médico explicó que muchas personas que habían asistido recientemente a un funeral de un jefe tribal local perecieron de fiebre y deshidratación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) envió un equipo de expertos para extraer pruebas de sangre, que serán analizadas en laboratorios especializados en fiebre hemorrágica.
El 1995, el Congo fue afectado por un importante brote de ébola, en la provincia occidental de Kikwit, a unos 400 kilómetros al oeste del actual brote, y murieron más de 200 personas.
Pero las autoridades sanitarias dicen que todavía es muy pronto para determinar si este nuevo brote epidémico es una fiebre hemorrágica.
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