Por medio de la respiración y el olor, una "nariz artificial" parecida a un teléfono celular permitirá descubrir en 30 segundos tumores cancerosos y donde están radicados en el organismo con un sensor del tamaño de la cabeza de un alfiler, según los científicos israelíes que la están desarrollando.
Este proyecto, probado exitosamente con personas en su fase experimental de laboratorio, está siendo patentado y cuenta con la ayuda de 1,7 millones de euros del Fondo de Investigaciones de la Unión Europea (UE). El nuevo dispositivo, que podría comenzar a usarse dentro de dos años, requiere únicamente que el paciente respire hacia una especie de antena hueca adosada al dispositivo que contiene el sensor y una pantalla, la cual mostrará después de medio minuto el resultado de la prueba. Esto evitará en el futuro pruebas como las biopsias y radiografías para descubrir la enfermedad, según sus inventores.
La semana próxima comenzará una primera investigación en todo el país en colaboración con el Departamento de Oncología del Centro Médico Rambam (Maimónides) de Haifa en la que ser probará el sensor con centenares de personas enfermas de cáncer y sanas. Los métodos actuales para detectar la enfermedad lo logran cuando el tumor canceroso ya se está en vías de desarrollo o desarrollado "pero nosotros queremos identificarlo antes", explicaron los científicos. "Si se pudiese detectar el cáncer desde las primeras células enfermas, el porcentaje de quienes pueden sobrevivir podrá elevarse a un 90%", señalaron.
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