Próstata femenina sí existe y permite a las mujeres eyacular, según urólogos austriacos
La idea de que este órgano también lo tienen las mujeres había sido
desvirtuada por científicos escépticos que sostienen que no es más que
una protuberancia.
Las investigaciones, publicadas en la revista 'The Journal of
Sexual Medicine' se realizaron gracias a la colaboración de dos mujeres
voluntarias, una de 44 y otra de 45 años.
"Utilizamos una técnica ecográfica de vanguardia, la
ultrasonografía perineal de alta definición", explican los científicos
en la revista médica.
Un endoscopio sirvió para revisar la uretra de las mujeres.
Adicionalmente, las voluntarias fueron invitadas a masturbarse para que
los investigadores pudieran recoger el líquido que expulsa la mujer
tras lograr un orgasmo.
Cada uno de los resultados obtenidos en la observación confirmaron la singular verdad: la mujer también tiene próstata.
"La prueba de imagen mostró la presencia de una estructura contigua
a la pared anterior de la vagina que rodeaba toda la longitud de la
uretra, mientras que la uretroscopia dejó ver un pequeño conducto ciego
al final de esta", dijeron los autores del estudio.
Una curiosidad
El hallazgo científico sería un avance definitivo en la duda que ha
tenido la ciencia por siglos: los líquidos que secreta la mujer durante
la excitación constituyen una eyaculación.
Los investigadores austriacos destacaron que, en estudios
anteriores, ya se había sugerido la posibilidad de que las mujeres
tuvieran una glándula similar a la próstata del varón.
Esta idea había sido desvirtuada por científicos que sostienen que
lo que se cree una próstata femenina no es más que un divertículo
(protuberancia en forma de saco), y que la mujer no eyacula, solo
expulsa un residuo urinario.
Pero el urólogo Hernán Aponte afirma que "incluso, se han reportado
unos 200 casos de mujeres muertas por cáncer de próstata en el mundo".
Así mismo, el especialista aclara que lo que anteriormente
correspondía a los restos embrionarios que hoy podría llamársele
próstata femenina-, sigue siendo una curiosidad médica, hasta tanto no
se identifique su verdadera importancia fisiológica, como sí lo está en
el caso masculino, en cuanto a su aporte a la reproducción y la
fertilidad.
Via. Eltiempo.com/salud
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