Según han desvelado los responsables de un estudio elaborado en la Universidad de Los Angeles, ser una persona solitaria afecta directamente al sistema inmunológico. De
hecho, aquellos con escasas relaciones sociales tienen altas
posibilidades de padecer algún tipo de enfermedad o de morir jóvenes. Para
llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron el ADN de
personas que se describen a sí mismas como solitarias, y descubrieron
que gran parte de ellas presentan patrones genéticos diferentes a los del resto de la población que, principalmente, están relacionados con su sistema inmunológico.
"Desde hace años sabíamos que existía un estrecho vínculo
entre las relaciones sociales y algunas patologías físicas" ha
asegurado Steve Cole, uno de los encargados de llevar a cabo este
estudio. Además, el análisis desvela que aquellas personas
denominadas "solitarias crónicas" (que tienen poco o ningún contacto
con amigos y familiares) son proclives a morir jóvenes, contraer infecciones, sufrir insomnio o padecer cáncer. A
partir de estos resultados, los responsables del estudio esperan poder
llegar al siguiente paso de la investigación, que se centra en la
búsqueda de un posible tratamiento para evitar que los hábitos sociales puedan influir en la actividad de los genes. Via._20minutos.es
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