ISABEL ESPIÑO
MADRID.- "El trabajo puede ser una causa y una cura". Así de tajante es
un informe británico acerca de las dolencias musculoesqueléticas (como
lumbalgia o artritis), que ha analizado los entresijos de estos
problemas y su impacto en el mundo laboral.
"El trabajo es, sin duda, bueno para nuestra salud. Incluso cuando
estamos malos o lesionados, continuar en el trabajo —al menos en
ciertos puestos— es a menudo mejor para la recuperación que largos
periodos alejado del empleo", concluye el informe británico.
Este análisis, elaborado por la asociación británica The Work
Foundation, ha revisado las investigaciones realizadas al respecto y ha
entrevistado a 15 especialistas en salud laboral. En concreto, se
centraron en cuatro trastornos musculoesqueléticos: el dolor de
espalda, la artritis, la espondilitis anquilosante (artritis de
columna) y los problemas en las extremidades superiores, como codo de
tenista o síndrome del túnel carpiano.
Pese a que estos problemas mantienen a un millón de trabajadores
alejados de sus empleos, los autores del informe piden un cambio de
mentalidad: a la larga, estar sin trabajar resulta contraproducente.
"Existen aplastantes evidencias de que estar sin trabajar es, en sí
mismo, malo para la salud", señala el trabajo.
"Mientras las condiciones físicas del trabajo pueden causar o
agravar los síntomas musculoesqueléticos, el impacto y los resultados
de los pacientes (baja laboral e incapacidad) está estrechamente
relacionada con factores psicosociales. Las evidencias sugieren que el
trabajo puede ayudar a mejorar el deterioro de muchos trastornos y
ayudar a recuperarse de un trastorno musculo9esquelético. Sin embargo,
muchos médicos de cabecera y empresarios piensan erróneamente, que el
paciente con trastornos musculoesqueléticos debe estar bien al 100%
antes de plantearse cualquier retorno al trabajo", reza el informe.
Para evitar esos largos periodos alejado del puesto de trabajo, el
informe aconseja intervenciones precoces. Así, instan a los médicos de
cabecera a que identifiquen los casos en los que la vuelta al trabajo
puede resultar positiva. El artículo apuesta por la colaboración entre
pacientes, empresarios y médicos de atención primaria para lograr un
equilibrio enrte la necesidad de descanso y la necesidad de trabajar.
En ciertos casos, el acceso inicial a fisioterapia o fármacos puede
atajar la gravedad del problema.
Los autores británicos también recomiendan a los empresarios
mejoras en el lugrar de trabajo, desde ajustes en los horarios
laborales, hasta medidas ergonómicas o no evitar las exigencias
excesivas o lesivas para el trabajador. "Nuestra intención es reconocer
el considerable avance que se ha hecho [en este campo] durante las dos
úlktimas décadas, pero también animar a los actores a que reconozcan
que se pueden hacer más cosas", comentan.
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