Córdoba, 7 oct (EFE).- Una mochila de libros
"bien colocada" es más recomendable para los niños que los carritos con
ruedas que se han impuesto en los últimos tiempos, según asegura el
responsable de la Unidad de Columna del Servicio de Rehabilitación del
Hospital Universitario Reina Sofía, Manuel Arias.
Arias explicó a Efe que, aunque el carrito quite peso a los niños
sobre la espalda, hay barreras arquitectónicas como los bordillos o las
escaleras en los que el niño "tiene que coger la mochila de lado y
hacer un esfuerzo con los brazos".
Señaló que el uso del carrito "no contribuye a deformar la columna
del niño, si bien puede dañar los discos de la cintura" por la postura
que toma el menor.
El peso ideal para las mochilas de los niños puede oscilar entre el 3 y
el 5 por ciento del peso que tenga el menor, además de que ésta debe
estar colgada de las dos asas y con un cinturón alrededor de la
cintura, ya que así "se pega más al cuerpo y no ejerce un vector de
fuerza hacia atrás".
Manuel Arias manifestó que el peso de la mochila "debe ir bien
distribuido", de tal forma que "lo que pese más vaya más pegado a la
espalda del niño".
El responsable de la Unidad de Rehabilitación de la Espalda explicó
que la desviación empieza en la adolescencia cuando los niños comienzan
"a dar el estirón" y se debe a las malas posturas, al haber llevado
pesos importantes o a presentar una predisposición genética.
Informó de que en los niños "es más frecuente" la cifosis,
coloquialmente conocida como "chepa", que supone la inclinación hacia
delante de las vértebras por factores genéticos o "por la timidez",
mientras que en las niñas "es más frecuente la escoliosis", que es la
desviación lateral de las vértebras.
Arias reiteró que "dependiendo de la evolución de los tratamientos
en los pacientes será o no necesario que el niño pase por el
quirófano".
Por ello manifestó que hay casos en los que, a pesar de que el niño
haya seguido un tratamiento riguroso con un corsé y ejercicios,
finalmente tiene que ser intervenido quirúrgicamente porque la
escoliosis ha tenido una mala evolución, si bien "hay otros que con un
tratamiento sencillo logran corregir la desviación".
Aunque el niño no presente ningún tipo de desviación de la columna
vertebral por el peso de la mochila, Arias indicó que "puede tener
dolor de espalda que le interfiera en el sueño".
Así, ante una dolencia en la espalda, el niño tiene que visitar
primero al pediatra para después pasar, si lo necesita, a
rehabilitación.
En la unidad de rehabilitación "hay gran cantidad de terapias que
van desde la reeducación posicional, ejercicios correctores hasta
valorar la posibilidad de poner un corsé".
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