Por: DANIEL GALILEA
Ayuda a evitar los dolorosos cólicos de riñón fomentados por la
deshidratación e incluso puede aumentar la expectativa de vida. No es
un fármaco milagroso, sino la bebida más barata y consumida en el
planeta. Su nombre científico es H2O y puede aportarle “litros y
litros” de salud y bienestar.
Beber tres litros de agua al día, no sólo ayuda a mantener la
alcalinidad del organismo sino que puede alargar la vida en unos cinco
años, según los expertos en medicina “anti-edad”.
-- Para el correcto funcionamiento renal es fundamental mantener el
organismo debidamente hidratado, para evitar que se formen cálculos en
el riñón, la vejiga y el uréter, dicen los urólogos.
-- El agua no es necesariamente más pura cuando es embotellada que
cuando proviene del grifo, y no siempre es agradable al paladar, ya que
se consume más líquido cuando tiene sabor.
El agua no es sólo el componente más abundante de la superficie
terrestre y del cuerpo humano, además de formar parte de todos los
organismos vivos, sino que además garantiza la vida y la salud. Este
líquido, es inodoro, insípido e incoloro, pero de ninguna manera es
innecesario, como demuestran los expertos.
“Beber tres litros de agua al día, no sólo ayuda a mantener la
alcalinidad del organismo, evitando que prolifere la acidez, una
condición que está en origen de muchas dolencias. Con esta sana
costumbre además se consigue alargar la vida de una persona en una
media de cinco años, con una mejor calidad de vida”, afirma la doctora
Josefina Vicario, pionera en Europa de la medicina Anti-Edad o “Anti
Aging”.
Esta experta recomienda beber agua de forma sistemática, a partir
de la mañana y entre horas, antes y después de las comidas, pero
evitando que coincida con la plena digestión: “para que sus efectos
sean más beneficiosos hay que tomar el líquido media hora antes y dos
horas después de comer”.
Además, “para el correcto funcionamiento de los riñones en
cualquier época del año es fundamental tomar al menos cada día más de
dos litros de agua, pero aún más en los meses de verano para evitar la
deshidratación y, como consecuencia, la formación de cálculos en el
riñón, vejiga y uréter”.
Los cólicos nefríticos están producidos en el 95 por ciento de los
casos por la presencia de cálculos renales y con más frecuencia en las
temporadas calurosas debido a que las temperaturas elevadas provocan
que se pierda más agua a través de la piel, aumentando el riesgo de que
las sales que porta la orina se aglutinen hasta crear una piedra en los
conductos urinarios.
El principal síntoma de un cólico nefrítico provocado por piedras
en el riñón es un dolor intenso, brusco e inesperado que se localiza en
aquella parte donde se deposita el cálculo, bien en el costado cuando
se encuentra en los riñones o en los testículos o genitales cuando se
sitúa en la parte inferior del aparato urinario.
Pero no sólo es importante consumir agua de forma regular, sino también la forma en que se aporta este líquido al organismo.
Revista. Laguia
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