Una docena de personas con los brazos amputados
han vuelto a hacer acciones cotidianas que les resultaban imposibles
con las prótesis convencionales gracias a unos brazos biónicos que
controlan con el pensamiento. Sus nuevas extremidades de metal y
plástico responden a las órdenes que envía el cerebro.
El responsable de este éxito es Todd Kuiken, del Instituto de
Rehabilitación de Chicago (EE.UU.), quien ha desarrollado una técnica
denominada reinervación muscular. Se trata de una cirugía que manipula
y recoloca ciertos nervios. Kuiken ha presentado en la revista "Journal
of Neurophysiology" cuatro nuevos casos en los que la técnica ha
mejorado para dar nuevos movimientos en la muñeca, la mano y el brazo.
La cirugía redirige los nervios encargados de mover el brazo desde los
hombros de los pacientes. El final de los nervios que deberían ir hacia
el brazo se conecta con los músculos del pecho de los pacientes.
Después, unos electrodos situados en la superficie del tórax se
encargan de enviar las señales que controlan la prótesis.
Con esta cirugía se engaña al cerebro. Éste no sabe si estos
nervios están conectados a un músculo o a otro dispositivo. Si a estos
hombres y mujeres biónicos se les toca en ciertas partes del pecho,
sienten que alguien les está tocando el dedo meñique o pulgar. En los
primeros casos, esta técnica permitió a los pacientes abrir y cerrar la
mano, así como doblar y estirar el codo de una forma natural.
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