Los pies son sensibles, delicados y
resistentes a la vez. Por un lado, con una caricia se llenan de
cosquillas y por otro, aguantan grandes caminatas y todo nuestro peso.
Las plantas tienen cientos de terminaciones nerviosas.
Con sólo tocarlas suavemente se experimenta una sensación general de
bienestar y relax. Además en ellos están los puntos reflejos de todo el
cuerpo según la reflexologia. Se merecen cuidados para estar en forma y bellos todo el año, aunque solemos hacerlos más en verano.
Pedicura Bastará con que te hagas la pedicura dos veces al mes. En primer lugar deberás retirar los restos de esmalte (si las llevabas pintadas) y sumergir tus pies en un recipiente con agua tibia y unas gotas de jabón o aceite de
limón durante 10 -15 minutos. Pasado dicho tiempo sácalos del agua y
sécalos bien, poniendo especial atención entre los dedos. Un
tratamiento completo de pedicura incluye cuidado de los pies, pierna y
uñas. El masaje se extiende un poco más arriba del tobillo. Estos
masajes estimulan la circulación de la sangre, rebajan las piernas mas
gruesas y descansan los pies. Callos y asperezas Las asperezas se eliminan frotando con la piedra pomez, una lima quita las callosidades de los pies. También puedes aplicarte un peeling para que la piel quede más suave y libre de células muertas. Uñas Siempre se cortan en forma recta
(horizontal) al contrario que las de las manos que se hace con forma
redondeada. Después se procede a limarlas con una lima de cartón esmeril,
las metálicas son muy agresivas. Deberás limar siempre desde la parte
exterior hacia la central, pero respetando siempre el corte (que ha de
ser cuadrado). Las zonas laterales límalas lo menos posible, sólo unas
pasadas, de lo contrario corres el peligro de encarnar tus uñas. Cutículas Para retirarlas, coge un palito de naranjo
y empújalas suavemente hacia atrás, a continuación se cortan con el
alicate cortacutículas, además de todas las pielecillas o durezas que
estén alrededor de tus uñas. Masaje Los pies son un área poco explorada del cuerpo a la hora de dar y recibir placer. Pero un buen masaje permite eliminar tensiones
y abrir camino a un gran momento de intimidad. Desliza las manos en el
pie desde los dedos hasta el tobillo. Repite hasta que sientas el pie
relajado y cálido.Los movimientos deben ser suaves y lentos. Al
principio notarás muchas cosquillas pero luego el pie
se es manejable como una gominota. Después se levanta un pie con una
mano cogiéndolo por el tobillo y con la otra mano se mueve en forma rotativa
de izquierda a derecha y viceversa. Los movimientos deben ser suaves y
lentos. A continuación, masajea cada uno de los dedos del pie usando
tus dedos pulgar e índice. Al final del masaje, con una mano eleva el
pie, con la otra empuja el pie hacia adentro (en dirección a la pierna). 20minutos.es
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