Fallece madre que cuidó a su hija por casi 40 años tras un coma diabético
Ella nunca rompió su promesa.
Kaye O'Bara, que juró nunca irse del lado de su hija, entonces adolescente, cuando ésta cayó en un coma diabético hace 38 años, murió esta semana en su casa de Miami Gardens, en la misma habitación que compartía con su hija Edwarda desde 1970.
O'Bara, de 80 años, murió durante el sueño. Por años había sufrido de una dolencia cardíaca que databa de un ataque al corazón que tuvo a principios de los años 80, según informó su sobrina Pamela Burdgick.
La historia de la firme devoción de O'Bara hacia su hija, y su sentir de que la vida de Edwarda no era una carga sino una bendición, inspiró a innumerables visitantes que pasaron durante décadas por la modesta casa.
Vinieron personas a expresar sus buenos deseos hasta del Japón, y a participar en la celebración anual del cumpleaños de Edwarda, además de amistades católicas y otros que creían que Kaye O'Bara veía apariciones de la Virgen María y venían a orar junto al lecho de su hija dormida.
El caso también inspiró al autor de bestsellers, el doctor Wayne Dyer, a escribir un libro llamado A Promise is a Promise: An Almost Unbelievable Story of a Mother's Unconditional Love and What It Can Teach Us (Una Promesa es una Promesa: El increíble caso del amor incondicional de una madre y lo que eso puede enseñarnos).
El título del libro se deriva de la última conversación que O'Bara tuvo con su madre. Edwarda, que era diabética, contrajo una gripe poco antes de las navidades de 1969. Se empeoró en los días subsiguientes, y sus padres, Kaye y su esposo Joe, la llevaron al hospital.
Según la asustada niña comenzó a perder el conocimiento, le dijo a su madre: ``Prométeme que no me dejarás, mamá''.
Kaye O'Bara lo prometió, y esas palabras finales que le dirigió a su hija se convirtieron en el mapa de su vida: Moviéndola cada dos horas para que no le salieran escaras, alimentándola por un tubo con una mezcla de comida de bebés y leche en polvo, inyectándole insulina, tocándole música, leyéndole libros con la esperanza de que algún día su hija volvería en sí.
La hermana menor de Edwarda, Colleen O'Bara, dice que la familia seguirá cuidándola en la casa de Miami Gardens.
Colleen O'Bara dice que planea mudarse de su casa de Pembroke Pines para ayudar a cuidar a Edwarda, una decisión que según ella, su madre tuvo esperanzas de evitarle.
Joe O'Bara, que era maestro de educación física en la escuela Scott Elementary en Miami-Dade, asumió un trabajo extra, pintando casas los fines de semana y arreglando motores de botes en su garaje. Tuvo un ataque al corazón en 1972 y murió cuatro años después, quedando así su esposa a cargo de la hija.
Kaye O'Bara, nacida Kathryn McCloskey en Johnstown, Pennsylvania, fue también maestra.
A través de los años, la modesta casa de O'Bara atrajo a visitantes de todo el mundo. Y en marzo, sin falta, Kaye O'Bara celebraba el cumpleaños de su hija con una fiesta, a la que a veces asistían cientos de personas.
En el 2000, O'Bara recibió una medalla papal de la Iglesia Católica, otorgada por el arzobispo de Miami, John C. Favalora.
Habrá una misa fúnebre para Kaye O'Bara a las 10:00 a.m. el jueves en la iglesia católica St. Rose of Lima de Miami Shores. Habrá una vista el miércoles por la noche de 5 a 9 p.m. en el Cofer Kolski Combs Funeral Home, 10931 NE 6th Street.
La familia pide que en lugar de flores se hagan donaciones para ayudar al cuidado de Edwarda. Visite www.edwardaobara.com. Las ganancias de la venta del libro de Dwyer también serán para ese propósito.
!que historia tan hermosa!!!
Hasta las lagrimas se me salen al leer esto. que amor tan puro y dedicado.
Tiene un lugar de paz ya que se ha ido fisicamente, pero este ejemplo llena mucho en todo el sentido de la palabra
Publicado por: Musa | 03/13/2008 en 12:48 a.m.
ES INDUDABLE QUE ESA SEÑORA PARTIO A SU LUGAR EN EL CIELO MUY CERQUITA DEL CREADOR, QUE DIOS LA TENGA EN SU SANTA GLORIA.
Publicado por: Delcarmen | 03/13/2008 en 12:48 a.m.
Mismo si partio fisicamente, su esencia, su alma seguira cuidando de su hija, una historia muy hermosa y conmovedora, sin contar el ejemplo de amor tan incodicional.........Se que no todas las mujeres cuando tienen hijos , son madres........Pero hay otras que ya lo son desde el momento de la concepcion......
Paz, luz y amor para ella y el resto de sus familiares......
Publicado por: Rowena | 03/13/2008 en 12:49 a.m.
Ahora me encuentro un poco triste al enterarme que esta santisima madre acaba de fallecer, y no tener la portunidad de ver despierta a su hija. Porque yo se que ella algun dia va a despertar. Yo tuve el honor de leer ese valioso libro libro, lo cual me enseño mucho. Que Dios bendiga a toda su familia, y que el mundo tenga en mente la posibilidad de cambiar, para ayudar a esta alma martir en su mision.
Publicado por: Fabiana Alexandra Zavaleta Vela | 07/26/2008 en 10:24 p.m.