1. Inyección de energía
Cuando haces ejercicio por la mañana te cargas de energía para todo el
día. Esto lo apreciarás cuando no hayas podido entrenar. Además, al
levantarte cuentas con el descanso de la noche y tus fuerzas intactas,
por lo que puedes entrenar al 1000 x 1000. Por la tarde, después de un
duro día de trabajo puede que te dé mucha más pereza y un día sí y otro
también decidas tumbarte en el sillón.
2. Muy pocos abandonos
El 90% de la gente que lleva años o toda su vida haciendo ejercicio
de forma habitual es la que entrena por la mañana. Una buena razón para
decidirse.
3. El tiempo no es excusa
¿Quién no puede levantarse media hora o una hora antes para salir a
correr, caminar o montar en bici estática en casa antes de ir al
trabajo? La clave puede ser acostarte un poquito antes. Además, la
gente que hace ejercicio matinal duerme mejor y necesita menos horas de
sueño. Si no trabajas, lo tienes muy fácil.
4. Regula el apetito
Casi todo el mundo coincide en este punto: hacer ejercicio por la
mañana les regula el apetito para todo el día. Lo primero es que
comienzas a quemar calorías antes de haber desayunado (o después si has
hecho la digestión), con lo cual tu metabolismo se activa mucho antes.
La sensación de hambre también se controla mejor, por lo que es más
fácil comer de manera inteligente, eligiendo los alimentos que más nos
convienen.
5. Ajusta los ritmos biológicos
Si te acostumbras a levantarte y hacer ejercicio todos los días a
la misma hora, tu sistema endocrino y tus ritmos biológicos estarán
bien equilibrados. Además, tiene lugar un fenómeno muy curioso y
beneficioso para tu salud. Si te acostumbras a entrenar todos los días,
unas horas antes de despertarte tu cuerpo comienza a prepararse para
levantarse y hacer ejercicio, lo que es muy beneficioso:
* Te cuesta mucho menos levantarte (levantarse a horas diferentes confunde al cuerpo, que se vuelve más perezoso).
* Tu metabolismo y todas las hormonas implicadas en la actividad
física comienzan a funcionar cuando tú aún estás durmiendo, lo que hace
que te levantes con energía y preparada para moverte.
* El sistema hormonal prepara tu cuerpo para el ejercicio,
regulando la presión sanguínea, el ritmo cardiaco y la afluencia de
sangre hacia los músculos.
6.- Puede ser tu momento
Para mucha gente el rato que pasa entrenando por la mañana es casi
sagrado. Es un tiempo que pueden dedicarse a ellos mismo, a estar solos
sin que nadie les moleste, y en el que pueden pensar con claridad,
dedicarse a cuidar su cuerpo y su mente.
7.- Mejora la agudeza mental
Muchos estudios han demostrado que hacer ejercicio potencia la
actividad mental. Y este efecto puede durar las 10 horas siguientes al
entrenamiento. Una claridad mental que no te servirá de nada si
entrenas por la noche y luego te vas a dormir.
8.- Nada te interrumpe
Si hacer ejercicio es lo primero que haces al levantarte, antes de
ir al trabajo o a horas en que otras personas están desayunando o
durmiendo, es difícil que algo pueda impedirte hacerlo. Por la tarde
pueden surgirte mil impedimentos: una reunión, recoger a los niños al
cole, hacer la compra, una visita…
9.- Quema más calorías
Cuanto antes te levantes y empieces a moverte antes comenzará a
funcionar tu metabolismo. El ejercicio matinal eleva el ritmo del
metabolismo durante horas (¡puede ser todo el día¡), lo que significa
que al entrenar un rato por la mañana quemas calorías durante todo el
día.
10.- Te hace sentir bien
Ésta es una de las razones más importantes. Todo lo anterior te
producirá una gran satisfacción. Es tu tiempo, nadie te interrumpe,
empiezas el día con una sonrisa, controlas tu peso e incluso adelgazas,
tu corazón está en plena forma, tienes el resto del día para tus
obligaciones o lo que pueda surgir… ¿Qué más se puede pedir?
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