Cuando se bebe suficiente líquido, el organismo está bien hidratado, lo que beneficia la salud.
Una buena hidratación hace posible el buen funcionamiento de todas las células (nerviosas, del corazón, del riñón, hígado, músculo, piel…).
El agua es el medio necesario para todas las reacciones del organismo y donde se diluyen todos los líquidos corporales (sangre, secreciones digestivas, orina, etc.)
Es esencial para la digestión y la absorción de los nutrientes de los alimentos y la eliminación de los productos de desecho.
Desempeña un papel fundamental en el sistema circulatorio. Ayuda al transporte de los nutrientes y todas las sustancias orgánicas.
Colabora en el mantenimiento de la temperatura corporal, mediante la evaporación por la piel.
Los riñones funcionan mejor, producen más cantidad de orina y más clara, limpian la sangre de sustancias de desecho (toxinas) y las eliminan con mayor facilidad.
Existe menor riesgo de que se produzcan cálculos renales e infecciones de orina y respiratorias.
Previene o mejora el estreñimiento.
Ayuda a depurarnos y limpiar el organismo de toxinas.
El agua es vehículo de sales minerales (calcio, magnesio, flúor,
hierro…) que el organismo precisa para su buen funcionamiento.
Tenersalud
Comentarios