Tres semanas de fiestas navideñas pueden hacer estragos incluso en las dietas más exigentes y echar por la bordas meses de restricción gastronómica y buenas intenciones.
La cena de Nochebuena supone el pistoletazo de salida para unos días marcados por las grandes comilonas, las reuniones familiares en torno a la mesa, las citas gastronómicas de empresa y las salidas nocturnas bañadas por ríos de bebida.
Si no se pone cuidado, los expertos nutricionistas recuerdan que estos días se puede engordar una media de cuatro kilos, debido principalmente a la ingesta de alcohol y dulces.
Consejos
1. Los días anteriores y posteriores a las fiestas conviene ingerir alimentos ligeros, no grasos y poco calóricos.
2. Preparar menús ligeros, priorizando las carnes, percados, verduras y frutas.
3. Conviene sentarse a la mesa sin demasiada hambre, para ello bastará ingerir previamente una o dos piezas de fruta.
4. Para el postre, evitar la pastelería industrial y optar por postres tradicionales (cerezas la vino, tartas de manzana...).
5. No renunciar a los dulces navideños clásicos (turrón, mazapanes...) pero limitar su consumo debido a su alto contenido calórico.
6. Evitar el alcohol en la medida de lo posible y en especial las mezclas con bebidas gaseosas.
7. Si se bebe vino... conviene saber que el tinto engorda menos que el blanco.
8. No suspender el ejercicio habitual que se practique.
9. Si realmente no se quiere coger peso, realizar una dieta depurativa a base de manzanas (pueden ser asadas o crudas) el día posterior a las grandes comilonas.
10. Nada más finalizar las fiestas, regresar a la pauta alimentaria habitual, pero sin obsesionarse.
20minutos.es
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