En el caso de la contractura, el músculo simplemente se encoge, se forma una bola, pero no hay rotura fibrilar. Es lo que suele suceder tras una sobrecarga producida por un exceso de entrenamiento o trabajo, y, con una o varias sesiones de Quiromasaje o fisioterapia, esa contractura se suele solucionar.
Si, por el contrario, esa contractura es muy grande lo ideal es comenzar con sesiones de drenaje linfático manual para bajar la inflamación y posteriormente seguir con masaje suave y estiramientos, todo esto a criterio del Fisioterapeuta o Quiromasajista. Durante este tiempo es recomendable no dejar la actividad deportiva o laboral, a no ser que te lo recomiende tu rehabilitador, ya que de esta manera no perderás tono muscular y la oxigenación de los músculos será mejor y por consiguiente más rápida la recuperación.
Por el contrario, si hay rotura, quiere decir
que por algún punto el músculo se ha roto, y un numero de fibras se han
"cortado". En este caso el trabajo del Fisioterapeuta o quiromasajista
también es importante, normalmente a partir del segundo o tercer día,
pero si realizas deporte o tienes algún trabajo que implique a ese
musculo, has de asumir que no podrá realizarlo hasta pasadas al menos
de tres a cinco semanas, en función de grado de rotura fibrilar que
haya padecido.
Comentarios