Técnica de masaje o movilización de tejidos blandos que describió el Dr. James Cyriax con la idea de aplicar los tratamientos en el lugar exacto donde se ha producido la lesión. Es una técnica que consiste en realizar una fricción profunda (para que llegue al lugar de la lesión) y transversa ( transversalmente a la disposición de las fibras). Debe ejecutarse de forma precisa, firme y penetrante.
Los efectos principales son de tipo mecánico y local, pero también es muy importante su papel como preventivo para la formación de cicatrices adherentes. La disposición de las fibrillas en un proceso cicatricial depende básicamente de factores mecánicos, a través de esta técnica proporcionamos un movimiento fisiológico en el lugar de la lesión, ayudando a que se genere una cicatriz más móvil, más fuerte, sin adherencias y con una disposición normal de fibrillas.
Los efectos fisiológicos y terapéuticos:
• Hiperemia local o incremento de la temperatura.
• Analgesia, por eliminación de sustancias algógenas.
•
Movilización de las fibras (musculares, ligamentosas o tendinosas),
esto impide la formación de fibrosis y la destrucción del tejido
cicatricial formado en exceso.
• Drenaje circulatorio.
• Estimulación de los mecanorreceptores que permitan la inhibición del dolor.
Se
precisa que el terapeuta tenga una formación en la técnica para
realizarla, así como una buena técnica palpatoria. Es importante la
localización exacta del punto de la lesión para aplicar el tratamiento,
saber dosificar el ritmo y la presión.
Se aconseja complementar la
técnica con movilizaciones o estiramientos globales o analíticos. El
tiempo de aplicación de la técnica puede variar de 1 a 3 minutos y se
puede combinar con otro tipo de tratamientos.
Los objetivos de la
técnica son restaurar o mantener la movilidad fisiológica de las
estructuras dañadas, eliminar el dolor y la impotencia funcional,
evitar o eliminar la formación de adherencias y favorecer la
cicatrización normal.
Indicaciones:
• Tendinitis, tenosinovitis, entesitis, fascitis.
• Contracturas musculares.
• Algunas retracciones capsulares.
• Ciertas raquialgias.
• Secuelas de esguinces, de lesiones musculares y de lesiones en fascias.
• Cicatrices, adherencias cicatriciales, bridas.
• Rigideces periarticulares de origen traumático.
• Esguinces.
Contraindicaciones:
Lesiones graves traumáticas en fase aguda.
Roturas masivas: musculares, tendinosas y ligamentosas.
Calcificaciones.
Artritis reumáticas.
Bursitis.
Compresión de nervios periféricos, neuritis.
Zonas con paquete vasculonervioso.
Infecciones de origen bacteriano.
Inflamaciones musculares diversas de origen no traumático.
Hematomas severos y heridas abiertas.
Lesiones e infecciones de la piel.
Tampoco está recomendado en infiltrados con corticoides, con un mes o dos de antelación. (Los tejidos se vuelven más frágiles)
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