La pregunta surgió tras un estudio en Australia que dice que la tristeza y el mal carácter mejoran la capacidad de juzgar a otros e incrementan la memoria.
Joseph Forgas y su equipo de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) llevaron a cabo una serie de experimentos en los que se manipuló el estado de ánimo de los participantes del estudio, por medio de películas y recuerdos positivos o negativos.
Los investigadores concluyeron que mientras un estado de ánimo positivo facilita la creatividad, la flexibilidad y la cooperación, "el mal humor mejora la atención y facilita un pensamiento más prudente", dijo Forgas.
El estudio sugiere, además, que la tristeza mejora las estrategias para procesar la información en situaciones difíciles: aquellas personas con un estado de ánimo más decaído tienen una mayor capacidad de argumentar sus opiniones por escrito.
¿Inteligente en qué?
Esta investigación se sumó a la creciente evidencia científica de que la inteligencia no se da sólo en personas con ciertos rasgos de carácter ni está dada exclusivamente por la brillantez de su desempeño en una rama específica del conocimiento, como la ciencia o las matemáticas. Tampoco se manifiesta únicamente en quienes tienen un coeficiente intelectual (CI) alto.
En un reciente informe, la revista 'New Scientist' analizó el caso del ex presidente de Estados Unidos George W. Bush. Pese a contar con un CI alto -que sólo exhibe el 10 por ciento de la población estadounidense- sus contradictores, y al final sus simpatizantes, aseguraban que el ex mandatario no era precisamente un pensador. De hecho fueron evidentes sus debilidades marcadas en la toma de decisiones y en la capacidad para emitir conceptos o juicios a profundidad. A propósito de Bush, el articulista de 'New Scientist' lanzó una pregunta: "¿Cómo puede alguien con un CI alto tener este tipo de deficiencias intelectuales? Dicho de otro modo, ¿cómo puede un 'inteligente' actuar como un tonto?"
Keith Stanovich, profesor de desarrollo humano y psicología aplicada en la Universidad de Toronto (Canadá) y quien ha intentado durante años dar respuesta a esta aparente incongruencia, asegura que eso ocurre con mucha frecuencia.
Es más, considera que no hay ninguna incongruencia en eso, pues si bien las pruebas de CI son buenas para medir facultades mentales como la lógica, el razonamiento abstracto y la capacidad de aprendizaje y de memoria, no lo son tanto para evaluar la capacidad de una persona para sopesar críticamente la información.
Howard Gardner, psicólogo estadounidense reconocido por sus estudios sobre la inteligencia, asegura que además de la intelectual hay otras formas de inteligencia, que se expresan más en unas personas que en otras.
A partir de sus hallazgos y observaciones, Gardner acuñó en 1983 el término "inteligencias múltiples". Luego las agrupó en varias categorías.
¿Cuáles son sus capacidades?
El psicólogo Howard Gardner agrupó los distintos tipos de inteligencia en nueve categorías:
- La naturalista. Estos inteligentes, con habilidades para la observación, la reflexión y la experimentación, se relacionan fácilmente con el medio ambiente. Naturalistas, paisajistas y botánicos entran en este grupo.
- La interpersonal. Es la capacidad que tiene una persona de ponerse en el lugar del otro, de entenderlo. Esta, que es la base de la socialización, es propia de los líderes naturales (interpretan a los demás y se convierten en sus voceros), de los psicólogos y de los terapeutas.
- Intrapersonal. Estas personas tienen una imagen fidedigna de lo que son y a partir de eso interpretan con facilidad lo que son y saben bien lo que quieren porque identifican sus necesidades, sus fortalezas y sus defectos. En algún grado, toda persona es inteligente intrapersonal.
- La sinestésica. Es propia de individuos que resuelven problemas en oficios en los que el cuerpo es vital. No solo los deportistas, los bailarines, los coreógrafos y los artistas de circo entran en este grupo de inteligentes, también aquellos que son muy hábiles con las manos, como los cirujanos, los electricistas y los mecánicos. Estas habilidades se manifiestan a edades tempranas y se favorece con el entrenamiento.
- La emocional. Así se define la capacidad que tienen algunas personas para resolver problemas ligados con las emociones. Los poseedores de este tipo de inteligencia pueden tomar decisiones con facilidad cuando están afectados por emociones adversas. No solo pueden remontar crisis emocionales propias sino comunicarse con otras personas en estos estados.
- La espacial. Los dueños de este tipo de inteligencia tienen la capacidad de concebir y abstraer la realidad (o parte de ella) en tres dimensiones. Los grandes ingenieros, arquitectos, escultores, diseñadores, los pintores y los navegantes clasifican en este grupo del que también hacen parte los científicos James Watson y Francis Crick, que pudieron entender y explicar el modelo de la doble hélice del ADN.
- La matemática. Siempre se consideró en occidente como la inteligencia realmente válida. Quienes cuentan con este talento tienen un desarrollo marcado del hemisferio cerebral lógico. Los dueños de esta capacidad son los llamados a dedicarse a las ciencias exactas.
- La musical. Esta, que surge en etapas tempranas de la vida, se conoce comúnmente como buen oído; es el talento que tienen los músicos, los cantantes y los bailarines. Es una inteligencia innata, pero necesita ser estimulada y configurada para que el potencial pueda desarrollarse a plenitud.
- La lingüística. Es considerada una de las más importantes, porque utiliza ambos hemisferios cerebrales. Es la que muestra la capacidad de un individuo para comunicarse y está esencialmente medida por el desarrollo del lenguaje. Es la que caracteriza a los escritores, tanto que se cree que las sociedades han sido estructuradas con base en la comunicación y en el lenguaje.
REDACCIÓN SALUD
eltiempo.com
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