MADRID.- Controlar los niveles de calcio en sangre en enfermos crónicos de riñón es importante, aun cuando no necesiten diálisis. Esto es lo que sostiene un estudio publicado en la revista 'Clinical Journal of the American Society of Nephrology' ('CJASN') que revela que se produce una mayor mortalidad en los pacientes con niveles bajos o altos de esta sustancia.
Aunque las anomalías en las cantidades de calcio en la sangre han sido señaladas como factor de riesgo de muerte en las personas con dolencias renales crónicas sometidas a diálisis, por el momento no se cuenta con las mismas evidencias en el caso de los enfermos que no precisan de este procedimiento.
Para aclarar
este punto investigadores del Centro Médico de Veteranos de Salem
(EEUU) contaron con la colaboración de 1.243 hombres que padecían una
enfermedad renal crónica moderada y avanzada aunque no precisaban de
diálisis. Los pacientes fueron evaluados desde 1990 a 2007 y sometidos
a seguimiento hasta 2009.
Los resultados obtenidos reflejaron que los altos niveles de calcio en sangre aumentaban la mortalidad de los enfermos, especialmente cuando las cantidades elevadas se mantenían durante periodos de tiempo prolongados. En concreto, los enfermos que sufrieron niveles altos vieron incrementado el riesgo de morir un 31% respecto a los pacientes que presentaban unas tasas normales. Por otra parte, una exposición durante un corto periodo de tiempo a niveles de calcio bajos también aumentó el riesgo de muerte, en este caso en un 21%.
A la vista de estos factores los científicos llegaron a la conclusión de que unos niveles de calcio elevados se asocian con un incremento de la mortalidad a largo plazo, ya que podrían intervenir en procesos que requieren de un mayor espacio de tiempo para causar daños como la calcificación de los vasos sanguíneos y de los tejidos blandos. Por su parte, unas tasas de calcio por debajo de lo normal aumentarían la mortalidad a corto plazo, ya que serían responsables de efectos nocivos notorios en poco tiempo, como las anomalías en el ritmo cardiaco.
Tal y como explican los autores "la hipercalcemia crónica y la hipocalcemia aguda están asociadas a un incremento de la mortalidad en pacientes masculinos con enfermedad renal crónica no dependiente de diálisis. Por ello, mantener unos niveles normales de calcio en sangre podría ser beneficioso en esta población de pacientes, pero se necesitan estudios prospectivos para determinar cuáles son los valores de calcio sérico a conseguir y como se pueden lograr dichos valores para obtener el mejor potencial terapéutico".
Por
último, los investigadores advierten de que los tratamientos médicos
para inducir hipercalcemia o hipocalcemia deben ser evaluados respecto
a cualquier efecto nocivo en ensayos clínicos diseñados adecuadamente.
NURIA BAENA
elmundo.es
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