El presidente ejecutivo de la Cruz Roja Británica, Nicholas Young, aseguró que, en medio de una tragedia como la de Haití, es equivocado buscar deshacerse cuanto antes de los cadáveres.
"El temor a que los cuerpos abandonados en las calles o atrapados bajo los escombros se conviertan en foco de enfermedades, ha llevado a la población a arrojarlos en fosas sin ser identificados (...) Con esto es imposible saber cuántas personas murieron y que los parientes puedan tener un duelo", dijo Young a la BBC Ciencia.
El experto dijo que el riesgo de que se propaguen enfermedades por esta causa es "extremadamente mínimo, a menos que la enfermedad ya esté en la población. Así que es un error y una pérdida de recursos", puntualizó.
La Organización Mundial de la Salud tiene establecidas pautas para el manejo de cadáveres en una situación de este tipo, una especie de "manual" para los médicos, socorristas y personal de ayuda.
Este se basó en las investigaciones de Oliver Morgan, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, quien encontró que los cadáveres en desastres naturales no son un riesgo de salud pública.
Esta guía se compiló después de las experiencias vividas en desastres como el el tsunami en Asia del 2004, las inundaciones en Haití en el 2004, los huracanes Katrina y Stan y los terremotos de Pakistén e India, en donde quedó manifiesta la falta de asesoramiento sobre qué hacer y cómo hacerlo.
"No hay evidencia de que después de un desastre los cadáveres sean un riesgo de epidemias", dijo el investigador, quien ha trabajado con grupos de ayuda como Oxfam y Médicos sin Fronteras en América Latina, India, África y los Balcanes.
Morgan explicó a BBC que las grandes epidemias con alto número de muertos se han dado a causa de males como cólera, tifoidea, tuberculosis y viruela, "pero es poco probable que estas infecciones estén presentes en las víctimas de desastres (...) Además, aunque algunos de estos patógenos son altamente infecciosos, no sobreviven durante mucho tiempo en el cuerpo humano después de que ocurre la muerte".
La guía de la OMS establece de qué forma la gente que ayuda en un desastre debe manejar la recuperación, identificación, almacenamiento y depósito de los muertos, y cómo ayudar a las familias a aceptar esa muerte.
Egbert Sondorp, profesor de salud pública y ayuda humanitaria de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, asegura que el problema en Haití es que hasta ahora no ha habido nadie, ni funcionarios de gobierno ni organizaciones no gubernamentales, que impongan un control en el manejo de cadáveres.
ESTO RECOMIENDA LA CRUZ ROJA EN SU MANUAL
¿Es urgente la recolección de cadáveres en medio de tragedias de esta clase?
La prioridad es el rescate y atención de los sobrevivientes.
¿Qué hacer con los cadáveres?
Lo primero que debe hacerse es tratar de identificar a la víctima; si no porta documentos, es necesario tomar fotografías y huellas. La idea es que cada cuerpo tenga señales que faciliten su posterior identificación.
Luego hay que recogerlos, de ser posible depositarlos en bolsas y
almacenarlos en sitios que tengan refrigeración. Por esa razón las
ayudas internacionales deben incluir la provisión de hielo seco. Si no
se cuenta con esos recursos mínimos, la recomendación es
enterrarlos temporalmente; de este modo se facilita una posterior exhumación para análisis forense.
¿Qué hacer con los cadáveres de extranjeros?
Se sigue el mismo procedimiento, pero adicionalmente debe reportarse el hallazgo a embajadas, consulados e Interpol.
¿Los cadáveres causan epidemias?
No. En una catástrofe la gente muere, generalmente, por lesiones, quemaduras o ahogos. La probabilidad de que al morir estén afectados por males que causan epidemias, como cólera, fiebre tifoidea, malaria o peste, es mínima. Estas enfermedades, de hecho, se transmiten más fácilmente entre vivos.
¿Qué riesgos representan los cadáveres? ¿Qué precauciones tomar?
Los riesgos son pocos para la gente en general, pero se incrementan para quienes ayudan a evacuar cadáveres. Quienes lo hagan deben usar elementos de protección, como guantes y tapabocas. Esto ayuda a proteger de infecciones que pueden estar presentes en el cuerpo durante dos días (tuberculosis, hepatitis B y C y enfermedades diarréicas) y el VIH, que puede sobrevivir seis días en un cadáver.
¿Los cadáveres pueden contaminar las fuentes de agua?
Eventualmente, pues pueden perder heces que potencialmente pueden contaminar. Esta agua no es apta para el consumo, salvo que sea tratada.
¿Sirve de algo rociar los cadáveres con desinfectante?
No. En estos casos esta medida ni sirve para prevenir enfermedades ni hace más lento el proceso de descomposición.
¿Se recomiendan las fosas comunes?
Desde el punto de vista de la salud pública, nada justifica el
entierro
rápido y masivo de los cadáveres en estos casos. Inhumar cuerpos juntos
genera traumas en las familias, consecuencias jurídicas graves y
afecciones psicológicas irreparables entre los familiares.
REDACCIÓN SALUD
eltiempo.com
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