Existe un porcentaje de escolares para los que
leer y escribir se convierte en una pesadilla. No consiguienque la
lectura y escritura sea para ellos algo automático, les cuesta entender y asimilar lo que leen,
tienen problemas de ortografía, escritura, desorientación, etc. A estos
niños tradicionalmente se les ha etiquetado de disléxicos, pero hay
mucho desconocimiento al respecto.
Conviene aclarar que no hay dos disléxicos originados de la misma manera y que, recientes investigaciones, sobre todo las llevadas a cabo por Ronald D. Davis, están encontrando que la mente de muchos disléxicos funciona de la misma manera que la de muchos genios y que "la misma capacidad mental que permite la genialidad es la que causa sus problemas".
La dislexia se caracteriza por una pérdida parcial en la capacidad de la lectura y en ocasiones de la escritura.
Se manifiesta mediante gran variedad de síntomas que aparecen debidos a
un problema de ordenación que el cerebro hace de la información que le
llega por escrito, llevándole en ocasiones a la confusión, y a
reaccionar de una forma peculiar.
La dislexia no es por tanto, resultado de un daño cerebral o neuronal, ni de una malformación del cerebro
Cómo reconocer al niño disléxico
Las dificultades más comunes que se presentan en las personas disléxicas son:
- Dificultades en la lectura: les cuesta convertir las letras en sonidos verbales y, por tanto, no logran tener imágenes claras de lo que está escrito en la página. Esto le lleva a no leer bien y a tener dificultades para comprender lo que leen. A veces, tienen la sensación de que las letras y los números bailan, suelen saltarse renglones y palabras, omiten los signos de puntuación...
- Problemas de ortografía debido en parte a la desorientación que les caracteriza y a que les cuesta aprender las reglas ortográficas, sobre todo las excepciones de las mismas.
- Dificultades de equilibrio y orientación: les cuesta ubicarse y orientarse en el espacio, presentando cierta torpeza para moverse y desplazarse, les resulta difícil vestirse, diferenciar los zapatos (derecho e izquierdo), organizarse...
- Problemas de escritura: Suelen invertir sílabas, palabras, omitir letras, etc. Por ejemplo escribir "ter" en lugar de "tres", "saca" en lugar de "casa", etc.
- Dificultades para las matemáticas: les cuesta aprender los conceptos matemáticos.
- Dificultades de concentración y problemas de atención, con frecuencia pierden el hilo de las conversaciones.
Conviene aclarar que no todos los disléxicos tienen estos síntomas, y que no todos los niños que tengan estos síntomas son disléxicos.
Casi todos los niños en mayor o menor medida tienen alguno de estos síntomas de forma aislada, lo que sí es aconsejable es que en el momento en que se detecte alguno de estos signos se pongan los medios oportunos para corregirlos.
Se pueden detectar signos de dislexia en los primeros años de vida, en el periodo preescolar. Pero es aconsejable esperar un tiempo para establecer el diagnóstico, ya que en muchas ocasiones estos signos no han acabado en este trastorno. El tiempo prudencial para diagnosticarlo es alrededor de los 5 ó 6 años que es cuando el niño empieza a leer.
Aspectos positivos de la dislexia
Como se ha dicho anteriormente, los disléxicos no solamente tienen síntomas negativos, sino que se ha descubierto la presencia de ciertas habilidades. Así, tienen muy desarrollada la capacidad de intuición, son muy imaginativos, muy curiosos en el sentido de conocer y aprender lo que les interesa y tienen grandes inquietudes.
Cuando piensan, son capaces de vivirlo como si fuera real, piensan en imágenes, suelen tener muy desarrollada la creatividad. Según Davis, poseen la "habilidad de visualizar las imágenes mentales de forma tridimensional, de moverse alrededor de ellas dentro del propio espacio".
¿Qué hacer con los aspectos negativos?
Habría que detectar en qué áreas el niño no va bien e intervenir sobre ellas siempre de forma coordinada con el colegio y, sobre todo, supervisado y orientado por un especialista.
Los ejercicios que se hacen con más frecuencia son los de coordinación, orientación, psicomotricidad, trabajar con las letras y palabras, técnicas para manejar los signos de puntuación, ejercicios de atención y concentración, etc.
Existen muchos métodos y técnicas que trabajan estas áreas. Son muy eficaces y se obtienen muy buenos resultados. Es aconsejable que se empiece a trabajar cuanto antes.
Dª. Trinidad Aparicio Pérez
Psicóloga clínica. Psicóloga escolar
Centro de Psicología Alarcón. Granada.
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