El cáncer de estómago representa un 2% de los casos nuevos de cáncer en los Estados Unidos cada año y una de las herramientas con las que cuenta la medicina moderna para tratarlo es la radioterapia de intensidad modulada (IMRT), indica Enrique Flores Escudero, auditor interno del Centro de Radioterapia Integral (Radonic).
El experto indica que la infección con la bacteria Helicobacter pylori es el factor de riesgo más importante en un 80% o más de los cánceres gástricos. Tiene una mayor prevalencia en hombres que mujeres, en especial mayores de 50 años.
El consumo de sal de mesa, el cigarrillo y la poca frecuencia en la ingesta de frutas se asocian también al riesgo de desarrollar este problema.
Flores Escudero agrega que la metástasis ocurre en el 85% de los individuos con cáncer gástrico, con un promedio de supervivencia de cinco años en un 75% de aquellos diagnosticados en estadios tempranos.
Síntomas
El
cáncer de estómago puede ser difícil de detectar en sus inicios ya que
a menudo no hay síntomas, y en muchos ya se ha extendido antes de que
se encuentre.
Flores Escudero indica: “Cuando ocurren los síntomas, son a menudo tan discretos que la persona no se preocupa por ellos. El cáncer del estómago puede causar los siguientes efectos: indigestión o una sensación ardiente, malestar o dolor abdominal, náuseas y vomitos, diarrea o estreñimiento, hinchazón del estómago después de comidas, pérdida del apetito, debilidad y fatiga, sangrados inhabituales, cambios en el ritmo intestinal o urinario, heridas que tardan en cicatrizar, dificultad en tragar alimentos, cambios repentinos en el aspecto de verrugas cutáneas, tos persistente o ronquera, pérdida de peso”.
“Cualquiera de estos síntomas puede ser causado por el cáncer o por otros problemas de salud menos serios...
Por tanto, solamente un médico puede determinar la causa real”, agrega el médico peruano.
RESPUESTA ANTE LA ENFERMEDAD
Las
medidas terapéuticas tradicionales para el cáncer del estómago incluyen
la radioterapia, que consiste en el uso de rayos de gran energía para
dañar las células del cáncer y parar o inhibir su crecimiento. Como en
la cirugía, es una terapia localizada: la radiación puede afectar las
células cancerosas solamente en el área tratada.
La radioterapia se da a veces después de la cirugía para destruir las células de cáncer que puedan permanecer en el área de la operación. La radioterapia se puede utilizar también para quitar el dolor o la obstrucción.
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