Las uñas son mucho más que un lindo detalle decorativo en la punta de
los dedos. Estas estructuras, compuestas de queratina y de consistencia
dura, sirven como protección, aparte de intervenir en el sentido del
tacto, la prensión, la motricidad fina y, en el caso de las de los pies,
en la locomoción, sostenibilidad y circulación periférica.
Sumado a lo anterior, el aparato ungueal o ungular (el compuesto por la uña, los pliegues que la rodean, la raíz donde nace, la cutícula, la lúnula o media luna y el lecho ungueal o la parte sobre la cual descansa la lámina) se convierte en un indicador de la presencia de enfermedades sistémicas.
Cardiopatías, enfermedades pulmonares o del sistema digestivo, deficiencias vitamínicas, así como problemas de la tiroides, afectan la estructura y coloración de la uña.
Sumado a lo anterior, el aparato ungueal o ungular (el compuesto por la uña, los pliegues que la rodean, la raíz donde nace, la cutícula, la lúnula o media luna y el lecho ungueal o la parte sobre la cual descansa la lámina) se convierte en un indicador de la presencia de enfermedades sistémicas.
Cardiopatías, enfermedades pulmonares o del sistema digestivo, deficiencias vitamínicas, así como problemas de la tiroides, afectan la estructura y coloración de la uña.
“Un buen grupo de enfermedades sistémicas se expresan en la piel y las uñas”, dice Rafael Isa Isa, director general del Instituto Dermatológico y Cirugía de la Piel Dr. Huberto Bogaert Díaz (IDCP).
Indicadores
La mayoría de los males citados afecta las uñas como parte de la evolución natural de éstos. En otros casos, los cambios en el aparato ungueal hacen sospechar la presencia de la enfermedad.
O como expresa el dermatólogo: “Las uñas pueden ser indicador de una enfermedad sistémica o la enfermedad produce cambios en la uña a través del tiempo en su evolución”.
Los dedos en palillo de tambor o hipocráticos (tienen puntas agrandadas y uñas con una curvatura bastante marcada) se presentan como consecuencia de enfermedades cardíacas o pulmonares crónicas y por trastornos del sistema digestivo.
Las uñas frágiles y quebradizas pueden indicar problemas de la tiroides o deficiencia de hierro.
Otras deformaciones en el plato y el lecho ungular se deben a tumoraciones. Corresponde, entonces, al médico determinar si se trata de un cáncer maligno o benigno.
UNA ESTRUCTURA QUE TRABAJA UNIDA APARATO UNGUEAL:
“A veces creemos que la uña es algo independiente, pero no”, comenta el dermatólogo Rafael Isa Isa.
“La lámina es sólo parte del aparato ungueal”, agrega el médico. “Esta es la coraza, la parte dura, pero el aparato ungueal implica el lecho que está debajo y las demás partes”.
Las uñas se forman de una invaginación de la piel que cubre las falanges distales del hueso. Quienes trabajan con microinstrumentos necesitan uñas sanas en sus manos para ejecutar adecuadamente los movimientos finos.
Las uñas, más que estética
Las uñas son asiento de diversas enfermedades, algunas congénitas y otras adquiridas.
Según el dermatólogo Rafael Isa Isa, director general del Instituto Dermatológico y Cirugía de la Piel (IDCP), alrededor del 50 por ciento de las enfermedades ungulares adquiridas se produce por la acción de microorganismos.
Entre los microorganismos más comunes se encuentran los hongos, especialmente dermatofitos (los más frecuentes), levaduras y filamentosos no dermatofitos.
Otros microorganismos que afectan las uñas son las bacterias y los virus.
¿Cómo se sospecha la presencia de hongos? En primer lugar por el cambio de color: las uñas se tornan blancas, amarillas, marrones o negras.
Otro signo es la onicólisis o ahuecamiento (la lámina se separa del lecho). Por último, se presenta hiperqueratosis o engrosamiento, un proceso que tiene como resultado una uña que aparenta ser más fuerte, pero que en realidad se ha llenado de detritos.
El diagnóstico final se hace luego de enviar una muestra al laboratorio de micología para hacer los estudios que permitan identificar el tipo de hongo.
Isa Isa señala que las enfermedades por hongos dermatofitos y levaduras tienen mejor pronóstico que aquellas desencadenadas por los filamentosos no dermatofitos.
Además, las uñas de las manos responden mejor al tratamiento. Las onicopatías de los pies suelen presentarse en personas de edad avanzada o con complicaciones como várices, diabetes u obesidad, las cuales dificultan la respuesta a los medicamentos.
Otros males
En cuanto a los virus, el director del IDCP cita las verrugas vulgares, conocidas como ojos de pescado, que pueden aparecer alrededor o debajo de las uñas.
Las personas que someten sus manos a constante humedad, como las empleadas domésticas y amas de casa, también desarrollan alteraciones en las uñas.
Entre las enfermedades dermatológicas que afectan las uñas se encuentran la psoriasis, el liquen plano y la alopecia areata. Incluso, señala el médico, hay trastornos de ansiedad que dañan el aparato ungueal.
Es el caso de las personas que se comen las uñas (onicofagia), quienes desarrollan uñas cortas y anchas (braquioniquia).
Alteraciones del color comunes son las leuconiquias o manchas blancas.
“Hay leuconiquias por deficiencia de hierro, hongos y otras causas”, detalla el médico.
Los melanomas causan manchas marrones anormales. En este y los demás casos conviene ir al médico.
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